27 de febrero de 2017

¿Por qué educadora?

Puede que a mucha gente no le gusten los niños, no les aguanten o no tengan paciencia con ellos, y mucho menos trabajar con ellos. 
Para mí, el poder disfrutar día tras día con los más pequeños es todo un mundo lleno de alegría e ilusión. Son personitas que se están haciendo ellos mismos, formando su carácter, y cada uno totalmente diferente al resto. 
Los niños te sorprenden, a mí me sorprende lo inteligente que son, te alegran el día, saben explicarse, a pesar de llorar, lo único e indispensable es saber escucharles y dedicarles tiempo para que intentemos comprender lo que nos quieren decir, son capaces de decírtelo, son únicos. Y nadie puede negar que te llenan de alegría con sus risas. 
Tengo mucha suerte de poder tener esta oportunidad tan formidable de pasar tres mesecitos con los más pequeños. ME ENCANTAN. 

Esta reflexión la hice el año pasado mientras realizaba mis prácticas con los alumnos de 2-3 años, quienes te enseñan mucho más de lo que te imaginas y son capaces de grandes cosas. No me olvidaré de los niños y niñas de la clase de los lobitos. Quienes me enseñaron que esta es una profesión formidable, llena de satisfacción en la que tienes que poner mucha paciencia y dedicación, y sobre todo amor y alegría. 

Elena Vázquez

1 comentario:

  1. Elena de lo que dices para mi lo más importante es que tomas cuenta de la maravillosa diversidad de cada niño, a partir de ahí es desde donde pienso que sería bueno trabajar

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